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@javiermayorca
El clan de El Loco sigue operando |
Finalmente,
luego de 57 días de espera, el Gobierno entregó a las autoridades colombianas a Daniel Barrera Barrera, alias el Loco,
quien hasta septiembre fue el traficante de drogas más buscado de Colombia. Por ende, era el mayor exportador de cocaína del mundo.
Según la propaganda oficial, la captura de Barrera de 43 años de edad fue el producto de dos meses de investigaciones, en las que fue
necesaria la actuación de cinco equipos de
agentes adscritos a la
Guardia Nacional y la Oficina Nacional
Antidrogas, que es como decir lo mismo.
La caída del Loco estaba pintada en el horizonte desde que el presidente
colombiano Juan Manuel Santos lo declaró un objetivo, junto a Pedro
Oliveiro Guerrero, alias Cuchillo, abatido a finales de 2010 en la frontera con
Venezuela. Este dato es significativo, pues tanto Barrera como su aliado
circunstancial habían trazado acuerdos
operativos con los frentes de las FARC que operan en las zonas de Arauca y
Apure para facilitar el paso de drogas, y desde el sur de Venezuela enviarlas
por aire hacia Honduras y República Dominicana.
La
captura de Barrera no se puede entender sino como el producto de una delación. Así son las cosas en el mundo de las drogas: unos desplazan
a otros con la finalidad de adueñarse de las rutas seguras a
través de Venezuela y lograr efímeras fortunas.
Barrera
se cuidaba en extremo, consciente de las amenazas del mundo en el que se movía. Así que fue necesario un trabajo de hormiga, que comenzó a rendir frutos con la captura de un importante grupo de 11 pilotos
civiles que trabajaban con Barrera en el traslado de drogas desde Apure. Una
operación bien orquestada entre Colombia y EEUU en agosto de
2011, denominada Alianza 24. Entre los aprehendidos figuraban elementos que habían eludido la persecución policial desde que
operaban para el cartel de Medellín.
En
octubre pasado, mientras el país se ocupaba de la elección presidencial, se entregó ante la DEA en Panamá el segundo de los hermanos Calle Serna, Luis Enrique. Primero lo hizo
Javier en Aruba. Ambos eran conocidos como los Comba, porque siembre estaban al
frente cuando era necesario hacer una arremetida armada, tal y como los
describe Andrés López en El Cartel de los Sapos. Ambos,
pero especialmente el último de ellos, habrían aportado importante información para orientar la búsqueda que permitió sacar del juego a Diego
Henao, alias Diego Rastrojo, y luego al propio Barrera.
El Loco
seguramente terminará negociando con los
estadounidenses como lo hicieron los otros traficantes de drogas. En el caso de
Barrera, los datos que podría aportar serían extremadamente delicados para el Gobierno. Tres años dirigiendo el puente aéreo de la droga hacia los
carteles mexicanos y africanos desde Venezuela no pasan en vano. ¿Quiénes le cobraban al mayor traficante del momento?¿Qué acuerdo se quebró que decidieron entregarlo,
para después remover de su cargo al ministro El Aissami?
Desde
esta perspectiva, el general de brigada Néstor Reverol ha sido el
gran ganador. Discreto y poco elocuente, este militar ha logrado una reducción del daño al ya deteriorado prestigio internacional del Gobierno,
al mantener unas relaciones de carácter estrictamente
operativo -aunque muy productivas- con distintos cuerpos policiales y en
especial con sus contrapartes colombianas. El resultado ha sido la expulsión de 80 sujetos solicitados en el exterior.
Es muy
probable que estas capturas tengan un efecto leve sobre las estructuras de
crimen organizado, que deberán pasar por procesos de
renovación acelerada de sus liderazgos, lo que los hará más vulnerables debido a la inexperiencia. Pero, sin duda
alguna, desde un punto de vista guiado por el pragmatismo, siempre será mejor que estos criminales estén presos en otras partes
del mundo a que estén libres en Venezuela.
Breves
*Al
cierre de esta edición se informa que la policía judicial abrió una pesquisa sobre el
ataque armado que obligó a amputar la pierna
derecha a Juan José Meléndez Anderson, hermano del finado fiscal del Ministerio Público Danilo Anderson. Esta vez, la víctima fue interceptada por
un sujeto que sin mediar palabra le disparó cuatro veces en la
extremidad. Sus familiares se apresuraron a señalar que todo fue producto
de un hampón de los muchos que pululan por Ciudad Lozada, en los
Valles del Tuy. Pero la arremetida fue el domingo 11 de noviembre a las 7 am,
cuando la acción de los antisociales es poco frecuente. Este episodio
fue reportado 28 meses después del homicidio de otro de
sus hermanos, José Ignacio Meléndez Anderson, frente a la embajada de Kuwait en Los Chorros. Difícil creer que todo esto sea casualidad, aunque con los niveles de violencia
que se viven en el país todo es posible.
*El
alcalde del municipio Las Tejerías, en Aragua, José Gregorio Díaz Marín, de 45 años de edad, denunció que fue víctima de extorsión telefónica durante dos días consecutivos. La primera
amenaza indicaba que si no pagaba tres millones de bolívares atentarían contra su hija. Al día siguiente, la exigencia fue de 100 millones de bolívares. Este no es el único caso, pero es
representativo de una de las principales actividades que se gestan en la cárcel de Tocorón, y que afectan incluso a
comerciantes de los Altos Mirandinos. Esta vez le tocó al burgomaestre.