Twitter: @javiermayorca
El
presidente en ejercicio Nicolás Maduro inició su administración aplicando un estilo que
alguna vez intentó su predecesor Hugo Chávez: el gobierno itinerante, de calle. Uno de
sus primeros gabinetes móviles lo llevó a cabo el jueves 2 de mayo en Los Teques,
estado Miranda.
El
acto tuvo más bien un valor simbólico, pues fue poco lo que realmente se decidió durante su desarrollo. Ya todo estaba
"cocinado", por decirlo de alguna forma. Pero al fnal transmitió el mensaje de que Miraflores quería instalarse en la casa de gobierno del
opositor Henrique Capriles.
Como
era de esperarse, uno de los temas tratados fue el control de la violencia
criminal. Miranda, es cierto, se disputa con el Distrito Capital el primer
puesto entre las regiones más violentas de un país que según Naciones Unidas está entre los cinco más violentos del mundo.
Entonces no es poca cosa.
Es
por esto que el tema ameritaría de parte del Primer
Mandatario un tratamiento más serio. En las actuales
circunstancias nadie en el país está en capacidad de afrontar la
criminalidad sin juntar esfuerzos con los demás niveles de gobierno. Pero
Maduro, con su estilo pugnaz y contradictorio, dicta la pauta de la división.
Comenzó mal. Sus primeras promesas de campaña tuvieron que ver con el tema de la seguridad,
y aún no las ha cumplido. El plan
de desarme voluntario y anónimo está listo, pero él no lo aplica acaso porque
muy en el fondo no cree en eso, y prefiere hacerse el loco. Sobre Maduro pesa
la contradicción tremenda de que lograr la
paz en Venezuela realmente no le conviene. Solamente las tensiones, el enemigo
común, sirven como elemento
unificador en ese saco de gatos que actualmente es el oficialismo.
¿Cómo pedir la paz y el desarme
cuando los legisladores llamados a aprobar tales iniciativas tienden emboscadas
a los opositores en el propio hemiciclo del Parlamento?
![]() |
Borges, una de las víctimas |
La
violencia, por lo tanto, no es un elemento casual en el actual estamento político. Es consustancial. Viendo lo sucedido a
los diputados Maria Corina Machado, Julio Borges, Américo de Grazia e Ismael García uno llega a la conclusión de que la violencia será, una vez más, la partera de la historia
venezolana.
Breves
*Dos hombres y una mujer son
presentados ante los tribunales de control por el asesinato del corredor de
bolsa Luis Alejandro Pulgar Corao, ultimado en su propia casa de Altamira en
septiembre del año pasado. La parálisis de esta averiguación propició la destitución del jefe de Homicidios, comisario Jesús Ollarves. Uno de los detenidos es un inspector de la
sección antiterrorista de la propia
central policial. El caso apunta a un complot para cobrarle a Pulgar una
cuantiosa deuda en dólares. Curiosamente, las
detenciones ocurren casi inmediatamente después de la transferencia del
comisario Luis Karabín desde la subdirección de la policía judicial a la dirección de la Policía Nacional.
*Con
los cambios en la directiva de CICPC nuevas órdenes han fluido a las
partes bajas de la jerarquía institucional. Una de ellas
es que los casos "sensibles" sean notificados de inmediato por toda
la cadena de mando. Esto incrementa las posibilidades de un control político temprano sobre tales expedientes. La
directriz fue divulgada al conocerse las discrepancias entre las conclusiones
de las pesquisas policiales y las versiones oficiales dadas a conocer en torno
a los supuestos "mártires" del 15 de abril.
Muchos de ellos, según determinaron las
averiguaciones policiales, en realidad fallecieron en ajustes de cuentas o riñas con personas de su misma tolda política.
*Mucho
descontento en las filas de la Policía Nacional. Dos razones: por
una parte la directiva aún no se ha puesto al día en el pago de beneficios extrasalariales
tales como cestatickets e incremento en la cobertura del seguro. Por el otro,
los agentes están sometidos a una creciente
presión política, como el resto de los
empleados públicos. La semana pasada,
nueve de ellos fueron presentados a los tribunales por haber controlado los desórdenes propiciados por un colectivo que opera
entre el 23 de Enero y Catia, llamado Ho Chi Min.
*La Fiscalía designó a un funcionario para
coordinar las pesquisas sobre la muerte del periodista Johny González, de 33 años de edad, ultimado con tres
tiros cuando salía de la nueva sede de la
Cadena Capriles en La Urbina, el viernes a la 1:55 am. El colega de la fuente
deportiva (cubría boxeo) había terminado su guardia y se dirigía a su residencia. Cuando circulaba por la
calle 4 de la referida urbanización fue interceptado por hampones
en un automóvil y una moto, con la
aparente intención de robarlo o secuestrarlo, aunque no se descartan otros móviles.
Su cadáver quedó en el interior del Ford Fiesta Power. Paz a
sus restos y mis condolencias más sentidas a todos sus
familiares. La inseguridad, de la que siempre hablamos, en estos casos adquiere
un cariz mucho más personal, cercano y
aterrador. Esperemos que González y sus deudos tengan, por
lo menos esta vez, la posibilidad de que se haga justicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario